Las imágenes muestra a un feto de elefante de cinco meses y 10,6 centímetros de largo con su trompa, patas, cola, ojos y orejas claramente discernibles.
El feto, escaneado en abril, mide ahora unos 20 centímetros, según el zoo, y probablemente nacerá de la elefanta africana de 26 años Tonga en agosto de 2013, tras un embarazo de 630 días.
Ya se había inseminado elefantes con esperma fresco o refrigerado en el pasado, en un esfuerzo por salvaguardar las especies protegidas, pero el esperma congelado se puede transportar más lejos y permite que la hembra sea inseminada en su momento más fértil.
En el proyecto han unido fuerzas el Zoo de Schönbrunn, el Instituto Liebniz de Berlín para la Zoología y la Investigación de la Vida Salvaje, el Zoo de Beauval francés y el Zoo de Pittsburgh en EEUU.
Tanto los elefantes africanos como los asiáticos están en peligro de extinción, especialmente los asiáticos, ya que son cazados por su carne y el marfil de sus colmillos.
Cerca de 2.000 elefantes viven en zoológicos, y se estima que más de 15.000 elefantes asiáticos están en manos privadas, empleados en la industria maderera o viviendo en templos.
"La inseminación artificial con semen de un elefante salvaje es una oportunidad para enriquecer la variedad genética de las especies en conservación", dijo, añadiendo que en los zoos hay cinco elefantas por cada macho.
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