El pez más alucinante del verano

Es tiempo de vacaciones, al menos para algunos afortunados, y las noticias en los medios de comunicación se relajan un poco y nos intentan mostrar el lado más curioso y refrescante del verano. Por eso, hoy en Cuaderno de Ciencias, vamos a descansar por un rato de Física, Mecánica Cuántica o Química para descubrir a una especie realmente curiosa.
Responde al nombre científico de Scarus coeruleus aunque popularmente se le conoce como Pez loro azul (blue parrotfish). Pertenece a la familia de los escáridos y como podéis comprobar es un pez verdaderamente espectacular.
Puede llegar a medir más de un metro (se han fotografiado ejemplares de 1.7 metros con más de 50 kilos), y vive en aguas tropicales desperdigado por zonas cálidas tan variadas como el océano Atlántico, el Pacífico, el Índico o incluso el Mar Rojo.
El nombre de pez loro le viene de su característica boca llena de dientes y cuya apariencia es muy similar al de algunas aves como los loros o los papagayos. Esta especie de pico le es muy útil para masticar el coral y los pequeños moluscos incrustados en las rocas con los que se alimenta.

Pez loro azul - Scarus coeruleus
Su alimentación podría resultarnos algo simplemente anecdótica, pero resulta que las bellas playas de arena blanca en muchas zonas tropicales son el producto de su eficaz sistema digestivo… En efecto, estos peces convierten en arena blanca todo lo que mastican y la defecan, siendo responsables así de gran parte de esa fina arena de las paradisíacas playas que vemos en las postales y en los anuncios de las agencias de viajes.
Es, sorprendentemente, el constructor desconocido de las blancas playas con la que soñamos en estos días de verano. Y es un albañil muy perseverante, porque se estima que alrededor del 80% de su vida la pasa comiendo y royendo el coral y las rocas que más tarde convertirá en arena fina de playa.
Pero lo que más llama la atención de su impresionante aspecto es su impactante color azul, del mismo tono que las aguas en las que habita y que de este modo le sirve como efectivo sistema de camuflaje.

El color varía con la edad y en las hembras presenta tonalidades de amarillo y verde que las diferencian del característico azul en los ejemplares macho.