Es el primer caso documentado en el que una especie de la flora vive en asociación con un vertebrado, en este caso, una salamandra
Foto: Petroglyph / Flickr
Un equipo de investigadores descubrió un alga verde que invade pequeños embriones de salamandra. Este sería el primer caso documentado en el que se comprueba que una planta vive en asociación o simbiosis con un animal vertebrado.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Canadá, indica también que es posible que las salamandras hereden el alga de sus padres.
Aunque ya se sabía que las algas verdes vivían dentro de los huevos de la salamandra común (Ambystoma maculatum), los científicos no comprendían cómo es que estas plantas se introducían en ellos.
Cuando se observaron las salamandras bajo un microscopio fluorescente, los investigadores fueron capaces de ver los pigmentos de las algas. Esto confirmó lo que muchos dudaban, que las plantas eran capaces de vivir dentro de las células de los vertebrados. “También se encontró ADN de las algas en los órganos reproductivos de las salamandras adultas”, indicó el doctor Ryan Kerney, director de la investigación, a BBC.
SIMBIOSIS
Tanto las salamandras como las algas que en ellas habitan se benefician de esta relación. “Las algas dentro de los huevos proporcionan oxígeno al embrión y a su vez éstas reciben los residuos procedentes de los embriones, que son ricos en nitrógeno que la planta necesita”, explicó Kerney.
Tanto las salamandras como las algas que en ellas habitan se benefician de esta relación. “Las algas dentro de los huevos proporcionan oxígeno al embrión y a su vez éstas reciben los residuos procedentes de los embriones, que son ricos en nitrógeno que la planta necesita”, explicó Kerney.
Por otro lado, aunque estos animales solo salen de debajo de la tierra para cazar y reproducirse, ponen sus huevos en estanques, cerca de la superficie, lo que crea un ambiente ideal, soleado y protegido para las algas.
Algas invasivas
Ya se sabía que las algas verdes vivían dentro de los huevos de esta especie - la salamandra común (Ambystoma maculatum), que es muy corriente en América del Norte.
A pesar de que estas salamandras sólo salen de debajo de la tierra para cazar y reproducirse, ponen sus huevos traslúcidos en estanques, suspendidos cerca de la superficie. Esto crea un ambiente ideal, soleado y protegido para las algas.
"Los huevos se ven realmente verde, porque las algas se encuentran dentro de las cápsulas", explicó el doctor Ryan Kerney, de la Universidad de Dalhousie, quien dirigió la investigación.
"Las algas dentro de los huevos proporcionan oxígeno al embrión y a su vez éstas reciben los residuos procedentes de los embriones, que son ricos en nitrógeno que la planta necesita".
Si bien esta relación era conocida desde hace más de un siglo, los científicos no entendían cómo las algas se metían en el huevo.
Invitado bienvenido
Cuando se observaron las salamandras bajo un microscopio fluorescente, los investigadores fueron capaces de ver "brillar" los pigmentos de las algas, al ser iluminados con la luz de cierta longitud de onda.
Antes de esto, muchos científicos no creían que las plantas pudieran vivir dentro de las células de los vertebrados.
Este complejo grupo de animales, que incluye peces, aves, reptiles y mamíferos (como nosotros los seres humanos) tienen un sistema inmunológico altamente especializado, que no debería dejar que organismos extranjeros vivan en nuestras células.
"También se encontró ADN de las algas en los órganos reproductivos de las salamandras adultas", aseveró el doctor Kerney, "por lo que parece posible que el alga se herede".
"A eso lo llamamos transmisión vertical, pero es probable que haya una mezcla de esto junto a que las algas se absorban del medio ambiente".
El doctor Kerney agregó que "muchos nuevos descubrimientos en biología provienen de nuestras especies locales, que todavía nos puede sorprender".
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