El rey lesionado por la mano del hombre

Por lo general, ADAA intenta transmitir mensajes positivos y dar a conocer datos asociados a la vitalidad, al disfrute y a la protección de esos asombrosos seres con los que convivimos en este mundo. Sin embargo, hay veces en las cuales la realidad nos lleva a hacer referencia a miserias humanas que influyen sobre el bienestar y la supervivencia de los integrantes de la fauna.

Así como tiempo atrás nos impactó la triste historia de Susi, una elefanta africana que habita en el Zoo de Barcelona en condiciones que no son precisamente las aconsejables, hoy la pena está originada por la situación de Pepe Lucho, un león sin futuro y muchas consecuencias físicas derivadas de la crueldad humana.

La odisea de este felino comenzó en el circo del que formaba parte en Perú. Por ese entonces, un domador lo golpeó tanto en su afán de obligarlo a realizar piruetas que dejó al animal con heridas muy graves.

De acuerdo a la información reproducida por RPP Noticias, este ejemplar que, desde hace dos años, espera en una jaula del Zoológico Municipal de Huancayo que algún hombre de buen corazón se apiade de su situación y lo sacrifique, tiene una herida abierta que no cicatriza, otra en la cola (donde, además, padece una avanzada infección) y un daño irreversible en la médula espinal que no sólo le paralizó las patas, sino que también lo incapacitó para controlar su vejiga e intestinos.
 
Frente a esta situación, el veterinario Gianmarco Rojas aseguró que la única solución para ponerle fin al sufrimiento de Pepe Lucho es la eutanasia, pero las autoridades de la Municipalidad Provincial de Huancayo aún no accedieron a llevarla a cabo porque, según sostienen, primero hay que realizar diversos trámites administrativos. Mientras los humanos debaten y analizan con paciencia la circunstancia, este ejemplar que pertenece a una de las especies más poderosas del mundo animal agoniza lejos de su hábitat natural por causas evitables.