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Aunque el ser humano es omnívoro, y dejando a un lado la inexperiencia o la sensación de repugnancia, no parece muy recomendable darse un soberano atracón de gusanos y cucarachas. No lo fue al menos para Edward Archbold, un estadounidense de 32 años que se llevó la peor y la mejor parte en el concurso de comer insectos que organizó una tienda de animales de Florida.
Por un lado, Edward logró el primer puesto en la extraña competición. Consiguió zampar más bichos que ningún otro concursante, y eso le supuso ganar una serpiente pitón valorada en 850 dólares, que pretendía vender a un amigo suyo que, precisamente, era el que le había llevado al concurso. Sin embargo, algo le impidió hacerlo. Aunque todavía se desconocen las causas del deceso, todo apunta a que engullir decenas de cucarachas y gusanos le hayan provocado una muerte fulminante, producida a los pocos minutos de proclamarse vencedor.
Los insectos utilizados para el concurso procedían de los criaderos que tenía la tienda para venderse al peso como dieta ideal para los reptiles. Es decir, no estaban destinados al consumo humano, algo que, tratándose de tan discutible manjar, era de esperar. De todos modos, por poco ortodoxo que fuera el concurso, los participantes firmaron un documento que eximía deresponsabilidad a la tienda.
Engullir una buena cantidad de insectos no ha provocado ningún otro problema de salud a los demás concursantes. Eso sí, aunque no se sabe cuántos ejemplares se comió el malogrado ganador por la dificultad para el conteo, de lo que no hay duda es de su triunfo. “Él era el alma de la fiesta”, dice el propietario de la tienda y organizador del concurso.
Empezó a sentirse mal, mal, mal, vomitó y no tardó en desplomarse en el suelo. Entonces ya no hubo nada que hacer. Una ambulancia lo trasladó al hospital North Broward Medical Center, donde ya sólo se pudo certificar su muerte. Se espera que los resultados de la autopsia determinen la causa exacta.
Por un lado, Edward logró el primer puesto en la extraña competición. Consiguió zampar más bichos que ningún otro concursante, y eso le supuso ganar una serpiente pitón valorada en 850 dólares, que pretendía vender a un amigo suyo que, precisamente, era el que le había llevado al concurso. Sin embargo, algo le impidió hacerlo. Aunque todavía se desconocen las causas del deceso, todo apunta a que engullir decenas de cucarachas y gusanos le hayan provocado una muerte fulminante, producida a los pocos minutos de proclamarse vencedor.
Los insectos utilizados para el concurso procedían de los criaderos que tenía la tienda para venderse al peso como dieta ideal para los reptiles. Es decir, no estaban destinados al consumo humano, algo que, tratándose de tan discutible manjar, era de esperar. De todos modos, por poco ortodoxo que fuera el concurso, los participantes firmaron un documento que eximía deresponsabilidad a la tienda.
Engullir una buena cantidad de insectos no ha provocado ningún otro problema de salud a los demás concursantes. Eso sí, aunque no se sabe cuántos ejemplares se comió el malogrado ganador por la dificultad para el conteo, de lo que no hay duda es de su triunfo. “Él era el alma de la fiesta”, dice el propietario de la tienda y organizador del concurso.
Extraña fiesta que acaba en tragedia
La fiesta acabó en tragedia nada más terminó el concurso. Edward había engullido como un poseso animales vivos que sacaba de un cubo, como puede verse en el vídeo grabado durante la prueba, no apto para personas sensibles.Empezó a sentirse mal, mal, mal, vomitó y no tardó en desplomarse en el suelo. Entonces ya no hubo nada que hacer. Una ambulancia lo trasladó al hospital North Broward Medical Center, donde ya sólo se pudo certificar su muerte. Se espera que los resultados de la autopsia determinen la causa exacta.
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