Esta nueva investigación vuelve a dejar patente la incompatibilidad existente entre utilizar a los animales como recursos y tener en cuenta su bienestar. El estrés psicológico que experimentan los zorros y visones en estas granjas deriva en terribles daños físicos, como cortes, mordeduras e incluso amputaciones.
Nuevas imágenes obtenidas por la organización Nettverk for Dyrs Frihet (Red por la Libertad de los Animales) mediante inspecciones sin previo aviso en granjas peleteras noruegas vuelven a demostrar el sufrimiento continuo al que son expuestos a diario los animales en estos centros de explotación.
Durante el verano y el otoño de 2012, activistas de Nettverk for Dyrs Frihet hicieroninspecciones sin previo aviso en 24 granjas de pieles de Troms y el norte y sur de Agder. En todas las granjas se encontraron animales heridos y sufriendo física y psicológicamente.
Algunos de los hallazgos incluyen animales con huesos a la vista, colas y orejas mordidas, graves heridas y conducta depresiva. En una granja de Hedmark se encontró una zorra muerta, totalmente podrida, mientras sus hijos permanecían junto a ella en la misma jaula. En Telemark se encontraron seis visones con las piernas amputadas debido a las mordidas.
►Advertencia: el siguiente vídeo muestra imágenes de extremo sufrimiento
- Puedes visitar la galería fotográfica de esta investigación aquí
Declaraciones de uno de los granjeros investigados
Miembros de la FSA (autoridad competente en materia de producción gandera) visitaron la granja de Nissedal, en Telemark. Con más de 11.000 animales encerrados entre sus paredes, esta granja presentaba las mismas escenas de horror y sufrimiento registradas por NDF. Tras encontrar a varios animales con las piernas amputadas, la FSA decidió procesar al responsable de la explotación.
«Tenían un buen apetito, por lo que simplemente se me olvidó matarlos. Parecía como si ellos disfrutaran. Comían, y no mostraban señales de que algo estuviera mal», afirmaba Ottar Tveit, propietario de la granja, al tratar de justificar la falta de atención a los animales con miembros amputados.
El granjero sostiene que los animales de peletería se adaptan bien a la vida sin una pierna, y niega que sientan dolor del mismo modo que los humanos. Afirmación que puede ser perfectamente rebatida por cualquier persona con un mínimo de conocimiento en biología, neurología o veterinaria.
«Los animales son relativamente simples. Si reciben una buena atención y comida, duermen el resto del tiempo. No tienen la necesidad de viajar a Mallorca, por ejemplo, como podríamos tener nosotros», afirmaba cínicamente el granjero.
En 2002, una comisión parlamentaria conjunta sostuvo la afirmación de que la industria de la piel debería lograr mejoras significativas con el fin de evitar el cierre. Diez años más tarde, los animales viven en las mismas condiciones y, actualmente, un comité gubernamental está estudiando si esta cruel industria ha de ser prohibida en Noruega.
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