Los aerosoles importados podrían dañar el medio ambiente mediante la absorción de la radiación del sol. AFP
Aproximadamente la mitad de las partículas de aerosol en América del Norte proviene de fuentes de fuera de la región
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (02/AGO/2012).- El polvo y la polución por aerosoles en Asia viaja a través del océano y contamina el aire en Estados Unidos y Canadá, posiblemente empeorando los efectos del cambio climático, indicó un estudio publicado el jueves.
Aproximadamente la mitad de las partículas de aerosol en América del Norte proviene de fuentes de fuera de la región, y la mayoría es polvo de origen natural en vez de producido por la quema de carbón u otros combustibles fósiles, señaló la investigación publicada en la revista Science.
Dado que las emisiones de polvo podrían aumentar a consecuencia de condiciones meteorológicas cada vez menos húmedas, y de la sequía y la desertificación provocada por el cambio climático, los esfuerzos de América del Norte para frenar la contaminación por sí sola no serían suficientes, apuntó la investigación
En cambio, todas las naciones deben trabajar juntas para reducir las emisiones nocivas al medio ambiente, dijo.
Los aerosoles importados podrían dañar el medio ambiente mediante la absorción de la radiación del sol, alterando la formación de nubes y los patrones de lluvia y nieve, así como acelerando el derretimiento de nieve en las montañas del oeste de Estados unidos, indicó el estudio.
La investigación se basó en los datos de un satélite de Estados Unidos y Francia para vigilancia del medio ambiente, llamado CALIPSO, que permitió a los científicos identificar qué partículas de polvo eran naturales y cuáles tenían un origen contaminante.
El equipo científico estuvo integrado por expertos de la Universidad de Maryland (este), el centro de la NASA Goddard Space Flight Center y la Asociación de Universidades para la Investigación Espacial (USRA, por su sigla en inglés), en Maryland.
"Para mitigar los efectos de los aerosoles sobre el cambio climático regional, las acciones de una sola nación son insuficientes. El mundo debe trabajar en cooperación y actuar en sincronía para afrontar los retos de la salud mundial en un planeta cambiante", dijo el estudio.
También llamó a realizar más investigaciones sobre cómo el polvo en sí mismo puede afectar el clima.
"Las emisiones de polvo pueden responder al cambio climático, como alteraciones de los vientos, las precipitaciones y la vegetación. Por ello es esencial tener una mejor comprensión de la interacción entre el polvo y el clima", dijo el estudio.
Los investigadores precisaron que el centro de su pesquisa había sido el polvo y los aerosoles extranjeros que llegan a Estados Unidos y Canadá, pero indicaron que los aerosoles emitidos y producidos en América del Norte sin duda afectan a otras regiones en gran parte de la misma manera.
Aproximadamente la mitad de las partículas de aerosol en América del Norte proviene de fuentes de fuera de la región, y la mayoría es polvo de origen natural en vez de producido por la quema de carbón u otros combustibles fósiles, señaló la investigación publicada en la revista Science.
Dado que las emisiones de polvo podrían aumentar a consecuencia de condiciones meteorológicas cada vez menos húmedas, y de la sequía y la desertificación provocada por el cambio climático, los esfuerzos de América del Norte para frenar la contaminación por sí sola no serían suficientes, apuntó la investigación
En cambio, todas las naciones deben trabajar juntas para reducir las emisiones nocivas al medio ambiente, dijo.
Los aerosoles importados podrían dañar el medio ambiente mediante la absorción de la radiación del sol, alterando la formación de nubes y los patrones de lluvia y nieve, así como acelerando el derretimiento de nieve en las montañas del oeste de Estados unidos, indicó el estudio.
La investigación se basó en los datos de un satélite de Estados Unidos y Francia para vigilancia del medio ambiente, llamado CALIPSO, que permitió a los científicos identificar qué partículas de polvo eran naturales y cuáles tenían un origen contaminante.
El equipo científico estuvo integrado por expertos de la Universidad de Maryland (este), el centro de la NASA Goddard Space Flight Center y la Asociación de Universidades para la Investigación Espacial (USRA, por su sigla en inglés), en Maryland.
"Para mitigar los efectos de los aerosoles sobre el cambio climático regional, las acciones de una sola nación son insuficientes. El mundo debe trabajar en cooperación y actuar en sincronía para afrontar los retos de la salud mundial en un planeta cambiante", dijo el estudio.
También llamó a realizar más investigaciones sobre cómo el polvo en sí mismo puede afectar el clima.
"Las emisiones de polvo pueden responder al cambio climático, como alteraciones de los vientos, las precipitaciones y la vegetación. Por ello es esencial tener una mejor comprensión de la interacción entre el polvo y el clima", dijo el estudio.
Los investigadores precisaron que el centro de su pesquisa había sido el polvo y los aerosoles extranjeros que llegan a Estados Unidos y Canadá, pero indicaron que los aerosoles emitidos y producidos en América del Norte sin duda afectan a otras regiones en gran parte de la misma manera.
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