Palma, una cerda libre, da a luz a sus 6 bebés

viernes, agosto 17, 2012



A diferencia de los millones de cerdas que estarán dando a luz en estos momentos, Palma y sus bebés serán siempre tratados como lo que verdaderamente son: individuos únicos, capaces de sentir y diferenciar entre una caricia y un golpe, entre una vida en libertad y una de explotación y sufrimiento.
Palma fue encontrada hace algunas semanas junto a otros 2 cerdos vietnamitas y una treintena de perros, todos hambrientos y desnutridos, en una casa prácticamente abandonada en Valencia. La situación era dramática y, para colmo, Palma estaba embarazada. 
Afortunadamente, Ismael López, un ser humano generoso y compasivo - además de un gran activista por los derechos animales - decidió convertir a Palma en un miembro más de su ya gran familia animal. Ismael se desplazó a Valencia para llevarse a Palma a casa antes de que diera a luz, evitando así que las crías recién nacidas pudieran ser heridas, o incluso devoradas, por los demás animales del lugar.
«Atrás queda toda esa historia de maltrato y sufrimiento, ella vive el presente, y eso se nota en su comportamiento, en cómo se ha adaptado y en lo agradecida y cariñosa que se muestra.»
Porque Palma, al igual que cualquier otro animal, es un individuo que siente, que sufre y que disfruta con las cosas sencillas de la vida. Cosas tan sencillas como un rayo de sol, una caricia o un baño de barro cuando aprieta el calor.
















Poco conocemos acerca de cómo viven, cómo sienten y cómo se enfrentan los animales de otras especies al momento de ser madres. Menos aún si  estos animales son habitualmente utilizados para la industria de la alimentación, como es el caso de los cerdos.
Así relataba Ismael los momentos previos al parto de Palma:
«Escucho mucho ruido y voy a verla. Entonces veo que está destrozando todo el jardín arrancando ramas. Me llama mucho la atención y la sigo para ver que hace. ¡Está haciendo un nido! Y está muy agresiva... ya que al intentar acariciarla me ha tirado al suelo. Así que me pongo a arrancar ramas yo también para intentar ganarme su confianza.»








A diferencia de las cerdas que viven recluidas en centros de explotación, Palma puede preparar el "nido" en el que dar a luz a sus hijos. Para cualquier madre, éste es un momento muy íntimo, por lo que Palma busca un lugar apartado y tranquilo en el que echarse y descansar hasta la llegada de los pequeños.
En este vídeo puedes ver el emocionante momento en el que Palma prepara su nido y da a luz a sus bebés:



Aún se necesita ayuda para salvar al padre de los bebés de Palma, que continúa en ese infierno a la espera de una casa de acogida y una familia que lo adopte definitivamente.
Puedes seguir el caso de los compañeros de Palma en el siguiente evento de Facebook ► http://on.fb.me/Pcy3Ar


Palma es una cerda con suerte: ni ella ni sus hijos acabarán en un matadero. Tanto ella como sus pequeños vivirán junto a personas que valorarán y respetarán sus vidas, procurando que se desarrollen plenamente y rodeados de cariño.

















Pero la realidad de la inmensa mayoría de las cerdas que están a punto de dar a luz a sus crías en este mismo momento es bien distinta. Así pudimos comprobarlo en nuestra investigación en granjas de cerdos, donde documentamos el horror que supone ser madre para una cerda oprimida en un centro de explotación. Si Palma no fuera una cerda libre habría traído al mundo a sus hijos entre excrementos y encerrada en una jaula en la que apenas podría moverse. 
En libertad los cerdos pueden llegar a vivir de 10 a 15 años. Lejos de las granjas y mataderos, allí donde pueden desarrollarse libremente, los cerdos pasan horas jugando entre ellos, explorando sus alrededores o simplemente tomando el sol o refrescándose en el barro. Pero en las granjas los cerdos son anulados y sus deseos negados o ignorados.


















Todos los animales merecemos una oportunidad de vivir de acuerdo a nuestras necesidades, desarrollándonos libremente como los individuos únicos e irrepetibles que somos.
Por favor, infórmate sobre cómo dejar de perjudicar a los animales en tu día a día, a la hora de divertirte, de vestirte, de alimentarte...
Millones de madres como Palma necesitan que demos un pequeño paso.

1 comentarios:

viviana lucero dijo...

TE CUENTO QUE SOY DE ARGENTINA . CUANDO YO ERA CHICA UN HERMANO ME REGALO UNA CERDA .SE LLAMABA PANCHA . NO VIVIA EN CORRAL .TE PUEDO CONTAR QUE PANCHA ME ESPERABA TODAS LAS TARDE EN LA ENTRADA .CUANDO VENIA DE LA ESCUELA .ME ENCANTABA JUGAR CON ELLA .SU PRIMERA CRIA LE TUVIMOS QUE AYUDAR QUE LOS HIJO NO MURIERAN DE FRIO Y LO LLEVAMOS A DENTRO DE LA CASA . AL LADO DE UNA COSINA A LEÑA .TAMIEN LA AYUDAMOS A PANCHA DANDOLE A SUS BEBE BIBERON . Y ERA MUY TIERNO ESE MOMENTO .

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