Violín, guitarra, bandolina… Tanto se le daría a este curioso pajarito para hacer un dúo, un terceto o un cuarteto perfectos, pues los sonidos que hace con sus alas, y no con su pico, parecen notas salidas de estos mismos instrumentos.
Vive en los bosques de Ecuador, y sus cantos parecen rasgueos en violines, guitarras y similares, según ha descubierto un sorprendente estudio sobre las costumbres del Saltarín alitorcido(Machaeropterus deliciosus), un ave que cautiva por los sonidos que emite con sus alas. A diferencia de otras aves, que cantan con la garganta, ésta aletea sin cesar, produciendo el mismo efecto que cuando se toca un instrumento de cuerda.
Tal y como se ha publicado en BBC Nature, esta especie se caracteriza por tener unas alas fuertes, con huesos no tan huecos como suele ser habitual en las aves para facilitar el vuelo, sino más bien “voluminosos y sólidos”. Una peculiaridad que ha sorprendido a los científicos, y que explican con la importancia clave que el canto y el baile tiene para ellos pues, entre otras cosas, les permite encontrar pareja.
Vive en los bosques de Ecuador, y sus cantos parecen rasgueos en violines, guitarras y similares, según ha descubierto un sorprendente estudio sobre las costumbres del Saltarín alitorcido(Machaeropterus deliciosus), un ave que cautiva por los sonidos que emite con sus alas. A diferencia de otras aves, que cantan con la garganta, ésta aletea sin cesar, produciendo el mismo efecto que cuando se toca un instrumento de cuerda.Tal y como se ha publicado en BBC Nature, esta especie se caracteriza por tener unas alas fuertes, con huesos no tan huecos como suele ser habitual en las aves para facilitar el vuelo, sino más bien “voluminosos y sólidos”. Una peculiaridad que ha sorprendido a los científicos, y que explican con la importancia clave que el canto y el baile tiene para ellos pues, entre otras cosas, les permite encontrar pareja.



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