El tuátara, un reptil representativo de Nueva Zelanda, mastica su comida de manera distinta a como lo hace cualquier otro animal del planeta. Esto desafía la idea muy aceptada de que una capacidad compleja de masticar está íntimamente relacionada con el metabolismo rápido.
Usando un sofisticado modelo informático, científicos del University College de Londres y la Universidad de Hull, también en el Reino Unido, han demostrado cómo el tuátara es capaz de cortar sus alimentos de un modo parecido a como lo haría un cuchillo para bistec.
El tuátara tiene un aspecto similar al de un lagarto y es el único superviviente de un grupo que en la época de los dinosaurios estuvo distribuido por todas partes del mundo. El tuátara vive en 35 islas diseminadas alrededor de la costa de Nueva Zelanda, y fue reintroducido recientemente en las islas principales. Su dieta consiste en escarabajos, arañas, grillos, lagartos pequeños y, en ocasiones, aves marinas.
En la investigación, el equipo de Marc Jones, del departamento de biología del desarrollo en el University College de Londres, y Neil Curtis del departamento de ingeniería de la Universidad de Hull, ha descrito las mandíbulas altamente especializadas del tuátara. Cuando el reptil mastica, la mandíbula inferior se cierra entre dos hileras de dientes superiores. Una vez cerrada, la mandíbula inferior se desliza hacia delante unos pocos milímetros, para cortar la comida entre los bordes afilados de los dientes.
Como los mamíferos son los que presentan la forma más sofisticada de masticar, este parámetro ha estado asociado por la comunidad científica con la velocidad del metabolismo. Un sistema sofisticado de masticar debería pues ser exclusivo de animales con metabolismo rápido. Sin embargo, el tuátara mastica sus alimentos de modo complejo, mientras que su metabolismo no es más rápido que el de otros reptiles con habilidades más simples de procesamiento oral de alimentos. Por tanto, quizás se ha estado sobrevalorando la relación entre la velocidad del metabolismo y la capacidad bucal de procesar comida.
Aunque en la actualidad un mecanismo de masticar como el del tuátara resulte raro, existen fósiles descubiertos en Europa y México que muestran que en tiempos de los dinosaurios algunos parientes fósiles de los tuátaras usaron un sistema similar y que, por tanto, esta exótica forma de masticar fue mucho más común.
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