Las bacterias están por doquier: en el agua, el aire y el suelo, así como en plantas, animales y por supuesto en nosotros mismos. Tendemos a ver a las bacterias exclusivamente como agentes patógenos que causan enfermedades. Las asociamos con trastornos intestinales, infecciones en la garganta, y muchas otras dolencias comunes. Sin embargo, la gran mayoría de las bacterias son muy útiles. Por ejemplo, nos ayudan a hacer la digestión, limpian aguas residuales en depuradoras, producen yogur y queso a partir de la leche, e incluso algunas son usadas en la fabricación de fármacos.
Buenas o malas, las bacterias son importantes y conviene conocerlas bien. Sin embargo, aún son muchos los misterios que encierran.
Desde hace medio siglo, los bacteriólogos saben que muchas bacterias, la mayoría, desarrollan una capa proteica externa compuesta por miles de copias de una sola proteína sujetas unas con otras.
La estructura y función de esta capa, conocida como capa S, recuerda a una armadura. Hasta ahora, los científicos habían tenido un conocimiento muy limitado de la estructura y función de esta capa protectora, en cuya construcción algunas bacterias llegan a invertir hasta un tercio de su producción total de proteínas.
El equipo de Han Remaut y Ekaterina Baranova del Instituto VIB en Bélgica, junto con científicos franceses y británicos, ha obtenido nuevos y esclarecedores datos sobre la capa S.
Los investigadores han conseguido captar imágenes de la estructura de la capa de proteína de una bacteria específica (Geobacillus stearothermophilus) hasta el nivel de átomos individuales. También han logrado determinar cómo las proteínas individuales se sujetan unas con otras para formar una estructura bidimensional similar a una especie de cota de malla de guerrero medieval.
Las observaciones confirman que la capa S actúa como armadura protectora contra amenazas externas, como por ejemplo virus o proteínas que tienen como objetivo a la pared celular bacteriana, ya que si estas mismas bacterias crecen en un entorno "amistoso" libre de amenazas extrañas, no desarrollan una capa S. La "armadura" o "cota de malla" cuenta con algunas aberturas que permiten el intercambio de nutrientes y otras sustancias útiles con el mundo exterior.
Los investigadores todavía tienen que determinar en qué medida esta capa de proteína ayuda a las bacterias perniciosas en el proceso de infección que pone enferma a una persona.
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