Los perros tienen tanto amor para dar que lo ofrecen siempre, no importa de quién se trate.
Esta es la historia de Toki y de Vagabunda, la Princesa de la Población; un perrito rescatado y una gatita malherida que hoy pueden contar la historia juntos.
Esta es una de las historias reales de mascotas más dulces que he conocido. Vagabunda es una gatita que fue muy maltratada por personas inhumanas, que la tiraron a ella y sus hermanos de 1 mes, a los cables eléctricos. Ella sobrevivió pero en muy malas condiciones. Estando toda lastimada, ciega y dolorida, logró esconderse bajo las ruedas de un coche, muy cerca de un jardín.
Quietita y asustada, pasó la noche, hasta que escuchó a un perro acercarse y olfatearla. El perro se llamaba Toki, y cuando descubrió a la gatita se fue inmediatamente a pedir ayuda a su dueña. Volvió con ella y con un tazón de leche. La señora la envolvió en una mantita, la colocó sobre un cartón al sol y se marchó.
Pero al ratito Toki volvió, la cogió suavemente con sus dientes, y la llevó hasta su propia cama. Al ver la escena, su dueña entendió que la Vagabunda ya formaba parte de su familia.
A los pocos días Vagabunda pilló una neumonía, pero con los cuidados y el cariño de Toki, y las medicinas que le proporcionaron logró sobrevivir por segunda vez. Desde entonces han sido inseparables. Su dueña cuenta que Toki también había sido maltratado ferozmente y rescatado por alguien que supo darle amor. Ahora él le había dado la posibilidad de sobrevivir a su amiga Vagabunda, princesita de la población, pero sobre todo le había ofrecido todo su amor.
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