La práctica ha sido condenada por activistas dentro de Vietnam y el extranjero.
Cada año, en el sexto día del año nuevo lunar, los habitantes de una ciudad a unos 25 kilómetros al norte de la capital de Vietnam, Hanoi, organizan un festival para honrar a su dios protector local, Doan Thuong. Las celebraciones incluyen las características tradiciones de un festival, como una marcha y música en vivo, pero una parte de la ceremonia no es para los débiles de corazón.
Lo extraordinario de estas celebridades es cuando un cerdo vivo se transporta por el pueblo antes de ser colocado en el suelo sobre su espalda, los asistentes atan cuerdas a las patas del cerdo, un hombre armado con una cuchilla grande tiene la tarea de la difusión del corte por el apéndice del animal, aparte de la idea de exponer su vientre, de allí saldrán las chuletas para la cena comunal, y los habitantes del pueblo se apresuran a correr hacia la sangre y manchar sus billetes con esta, para posteriormente depositarlos al banco con la esperanza de una buena suerte en el nuevo año entrante.
La práctica ha sido condenada por activistas dentro de Vietnam y el extranjero.
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