Un cruel delito contra la vida de un animal -fue considerado el peor de toda Gran Bretaña- ocurrió hace unos días en el condado de Yorkshire, cuando un individuo efectuó varios disparos contra la gata Jessie, después de intentar estrangularla.
Tres tiros perforaron la cabeza de la gata, que felizmente sobrevivió después de una cirugía de dos horas de duración. Sin embargo, Jessie vivirá el resto de su vida con las consecuencias de este crimen abominable.
La gatita quedó sorda de un oído, ciega de un ojo y con parálisis facial, y susceptible a los nuevos ataques de quien también hirió a Lilo, el otro felino que vive en la casa de John Morvan, con un disparo en una de sus piernas. El dueño de ambos animales está desconsolado: “No importa si quien maltrató a mis gatos quiere a los animales o no, pero no tiene el derecho de cometer un acto tan repugnante”.
El veterinario que curó a las mascotas declaró que “es el peor caso de crueldad animal que he visto en mi vida”. Mientras tanto, la policía de Yorkshire sigue investigando -aún no hay sospechosos- quién es culpable de tanta atrocidad
1 comentarios:
Benditos sean los veterinarios♥
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