La monogamia en los animales

miércoles, julio 18, 2012

encontramos, entre otros, a los lobos grises, chacales, nutria gigante, antílope africano Dik Dik, gibones, lemures, delfines, castores, una gran variedad de aves…



 La monogamia (del griego: mónos: uno y gamos: unión) real  oestricta se da cuando los animales escogen una pareja y se mantienen con ella para toda su vida. Si uno de los integrantes muere, el que sobrevive no vuelve a buscar pareja.
La monogamia seriada, también llamada secuencial o funcional, se refiere a la relación que mantiene un contacto sexual exclusivo durante un período limitado de tiempo, como puede ser la época de reproducción y crianza. Esta forma de monogamia es algo más prevaleciente.
Con el advenimiento de las técnicas moleculares para determinar la filiación se demostró que en muchas especies monógamas existen fertilizaciones por fuera de la pareja. Esto llevó a una revisión de la terminología hablándose en la actualidad de especies genéticamente monógamas o socialmente monógamas.
                                        
La monogamia genética se refiere a una relación de apareamiento exclusivo entre un macho y una hembra. En la monogamia social se asocian un macho y una hembra con el propósito de reproducirse y del cuidado biparental de la progenie, pero la relación de apareamiento no es exclusiva. Solo un bajo porcentaje de especies socialmente monógamas son genéticamente monógamas. Así, gracias a las técnicas de ADN, se ha confirmado que águilas, gansos, cisnes, gibones, castores y distintas especies de aves, hasta ahora consideradas monógamas, tienen padres distintos a los que las cuidaban desde el nacimiento. Por ejemplo, un estudio de 180 especies de pájaros socialmente monógamos descubrió que sólo el 10% era genéticamente monógamo.
No obstante, también hay espacio para la fidelidad absoluta: El albatros jamás vuelve a emparejarse si muere su pareja, al igual que la cigüeña blanca. Los caballitos de mar por su parte viven y mueren en pareja, cuando uno de los miembros muere, el otro permanece junto a él hasta que la escasez de alimentos acaba por matarlo también.
En la naturaleza todo tiene su razón y en este caso nos referimos al llamado instinto de conservación. La supervivencia y la reproducción son inseparables.
En muchas especies, la monogamia es un imperativo para el cuidado de la progenie. En el caso de las aves, por ejemplo, se hace necesaria una pareja estable para construir el nido, cuidar los huevos y alimentar a los polluelos.
                      
Por otro lado si la monogamia estuviera más extendida en el reino animal atentaría contra la diversidad genética, factor clave en el proceso de evolución. Si el macho aporta su patrimonio genético a muchas hembras, las posibilidades de que las siguientes generaciones alcancen un mayor grado de adaptación a los sistemas ambientales crece en progresión geométrica.
Un estudio realizado por genetistas de la Universidad de Emory, en Georgia parece explicar las causas biológicas de la fidelidad monogámica, que estaría relacionada a una mayor cantidad de receptores de vasopresina a nivel cerebral. Para llegar a este resultado aislaron el gen que regula la cantidad de vasopresina de los ratones de pradera (Microtus ochrogaster) especie monogámica y lo introdujeron en un ratón de pantano  (Microtus pennsylvanicus) una especie emparentada pero de conducta sexual promiscua. El resultado fue asombroso ya que el ratón infiel cambió sus costumbres y eligió a una sola compañera. Esto se debe a que en el momento de la cópula, la vasopresina activa un centro de gratificación neuronal, a mayor cantidad de receptores de vasopresina mayor es la atención prestada a la hembra con la que están copulando, lo que  provoca que se establezcan vínculos duraderos entre los dos individuos que participan en el encuentro sexual.
En el bajo porcentaje de especies monógamas, que además está claro que no es tan real, encontramos, entre otros, a los lobos grises, chacales, nutria gigante, antílope africano Dik Dik, gibones, lemures, delfines, castores, una gran variedad de aves como lechuza, pingüinos, cóndores, águilas, buitre negro, cisnes, loros y guacamayas, etc. En todos los casos las especies animales están sujetas a los instintos que el devenir de la evolución instituyó hace mas de 300 millones de años y su reproducción es factor decisivo para evitar la extinción; con monogamia o poligamia la naturaleza nos sigue deslumbrando con su intrigante y perfecta obra.
                      

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