BANGKOK.-Imagen captada el 1 de abril del 2011. Oficiales del departamento de aduanas confiscaron un cargamento ilegal de colmillos de elefantes.
El 2011 ha sido un año desastroso para los elefantes, quizás el peor desde que en 1989 fueron prohibidas las ventas de marfil para salvar de la extinción al mayor animal terrestre, dijo el jueves una red de monitoreo de la fauna.
La confiscación de un número récord de colmillos de elefante representa al menos 2.500 animales muertos y muestra que el crimen organizado, en particular en Asia, está cada vez más involucrado en el tráfico ilegal de marfil y la cacería que lo alimenta, dijo el grupo Traffic, que documenta las tendencias en el tráfico de especies animales.
Algunos de los colmillos confiscados provinieron de viejas reservas de los gobiernos africanos, de elefantes cazados hace años. No está claro cuántos elefantes fueron cazados recientemente en Africa por sus colmillos, pero los expertos están alarmados.
En 1989, una prohibición global contra el comercio de marfil logró contener una matanza indiscriminada de elefantes africanos en países como Kenia. Desde entonces, también se penalizaron las subastas ocasionales de las reservas gubernamentales.
Tom Milliken, experto de Traffic en elefantes y rinocerontes, piensa que los criminales pudieran tener la ventaja en la guerra para salvarlos ya que casi todas las confiscaciones grandes de marfil no derivan en arrestos.
En la mayoría de los casos se trata de marfil contrabandeado desde África a Asia, donde la creciente riqueza ha alimentado la demanda de ornamentos de marfil y de cuernos de rinoceronte, que siguen siendo utilizados en la medicina tradicional, aunque los científicos han demostrado que carecen de efectos para ese fin.
"La cacería de elefantes y rinocerontes es impulsada por las organizaciones criminales asiáticas, ahora firmemente establecidas en sociedades africanas", dijo Milliken en entrevista telefónica desde su oficina en Zimbabwe.
Comercio asiático
"Hay más asiáticos que nunca en la historia del continente, y esta es una de las repercusiones. Tienen contactos con el mercado de consumidor final y ahora están en la fuente de África", dijo Milliken a 'Reuters'.
La caza y el tráfico ilegal, explicó, son consecuencia de la iniciativa inversora china en África para asegurarse los recursos minerales y energéticos que necesita para sostener su crecimiento económico.
"Todo esto se está sumando a un ataque sin precedentes contra los elefantes y otras especies salvajes", agregó.
La mayor parte del marfil ilegal africano termina en China o Tailandia, de acuerdo a Traffic. El material es usado para fabricar joyería y objetos de arte.
Aumento indiscriminado
Aún no se conocen todas las estadísticas, y nadie puede decir a ciencia cierta cuánto marfil está pasando sin ser detectado, pero "lo que es claro es el enorme incremento de las confiscaciones en gran escala, es decir de más de 800 kilogramos que han ocurrido en el 2011", afirmó Traffic en un comunicado.
Hubo al menos 13 confiscaciones grandes este año. "Una estimación conservadora del peso de marfil capturado suma una cifra de más de 23 toneladas, un número que probablemente representa unos 2.500 elefantes, o quizá más", señaló Traffic en un comunicado.
En comparación, en el 2010 se dieron seis confiscaciones con un peso total apenas por debajo de los 1.000 kilogramos (2.200 libras).
En el peor caso y el más reciente, las autoridades malayas confiscaron el 21 de diciembre centenares de colmillos de elefante africano valorados en 1,3 millones de dólares en ruta a Camboya. Estaban ocultos en contenedores de
artesanías provenientes del puerto de Mombasa, en Kenia.
La mayoría de las confiscaciones grandes han sido de cargamentos originados en puertos de Kenia o Tanzania, dice Traffic.
"Los datos del tráfico sugieren que se están cazando miles de elefantes por año (...) Creo que Africa central ha sido brutalmente afectada, sobre todo la República Democrática del Congo (RDC)", dijo.
Milliken añadió que también hubo casos de caza en Zimbabue, Zambia, el norte de Mozambique, Tanzania y Kenia.
Más elefantes en sur de África
La población estimada de elefantes africanos varía ampliamente entre 400.000 y 700.000.
En algunos estados del sur de África, como Botswana, hay grandes y crecientes poblaciones, mientras que en Sudáfrica se teme que la presencia de elefantes aumentó al punto de que está afectando el ecosistema en las reservas cerradas.
Pero, en el resto de la región la situación es mucho más sombría. En áreas sin control de la RDC la caza es indiscriminada.
La confiscación de un número récord de colmillos de elefante representa al menos 2.500 animales muertos y muestra que el crimen organizado, en particular en Asia, está cada vez más involucrado en el tráfico ilegal de marfil y la cacería que lo alimenta, dijo el grupo Traffic, que documenta las tendencias en el tráfico de especies animales.
Algunos de los colmillos confiscados provinieron de viejas reservas de los gobiernos africanos, de elefantes cazados hace años. No está claro cuántos elefantes fueron cazados recientemente en Africa por sus colmillos, pero los expertos están alarmados.
En 1989, una prohibición global contra el comercio de marfil logró contener una matanza indiscriminada de elefantes africanos en países como Kenia. Desde entonces, también se penalizaron las subastas ocasionales de las reservas gubernamentales.
Tom Milliken, experto de Traffic en elefantes y rinocerontes, piensa que los criminales pudieran tener la ventaja en la guerra para salvarlos ya que casi todas las confiscaciones grandes de marfil no derivan en arrestos.
En la mayoría de los casos se trata de marfil contrabandeado desde África a Asia, donde la creciente riqueza ha alimentado la demanda de ornamentos de marfil y de cuernos de rinoceronte, que siguen siendo utilizados en la medicina tradicional, aunque los científicos han demostrado que carecen de efectos para ese fin.
"La cacería de elefantes y rinocerontes es impulsada por las organizaciones criminales asiáticas, ahora firmemente establecidas en sociedades africanas", dijo Milliken en entrevista telefónica desde su oficina en Zimbabwe.
Comercio asiático
"Hay más asiáticos que nunca en la historia del continente, y esta es una de las repercusiones. Tienen contactos con el mercado de consumidor final y ahora están en la fuente de África", dijo Milliken a 'Reuters'.
La caza y el tráfico ilegal, explicó, son consecuencia de la iniciativa inversora china en África para asegurarse los recursos minerales y energéticos que necesita para sostener su crecimiento económico.
"Todo esto se está sumando a un ataque sin precedentes contra los elefantes y otras especies salvajes", agregó.
La mayor parte del marfil ilegal africano termina en China o Tailandia, de acuerdo a Traffic. El material es usado para fabricar joyería y objetos de arte.
Aumento indiscriminado
Aún no se conocen todas las estadísticas, y nadie puede decir a ciencia cierta cuánto marfil está pasando sin ser detectado, pero "lo que es claro es el enorme incremento de las confiscaciones en gran escala, es decir de más de 800 kilogramos que han ocurrido en el 2011", afirmó Traffic en un comunicado.
Hubo al menos 13 confiscaciones grandes este año. "Una estimación conservadora del peso de marfil capturado suma una cifra de más de 23 toneladas, un número que probablemente representa unos 2.500 elefantes, o quizá más", señaló Traffic en un comunicado.
En comparación, en el 2010 se dieron seis confiscaciones con un peso total apenas por debajo de los 1.000 kilogramos (2.200 libras).
En el peor caso y el más reciente, las autoridades malayas confiscaron el 21 de diciembre centenares de colmillos de elefante africano valorados en 1,3 millones de dólares en ruta a Camboya. Estaban ocultos en contenedores de
artesanías provenientes del puerto de Mombasa, en Kenia.
La mayoría de las confiscaciones grandes han sido de cargamentos originados en puertos de Kenia o Tanzania, dice Traffic.
"Los datos del tráfico sugieren que se están cazando miles de elefantes por año (...) Creo que Africa central ha sido brutalmente afectada, sobre todo la República Democrática del Congo (RDC)", dijo.
Milliken añadió que también hubo casos de caza en Zimbabue, Zambia, el norte de Mozambique, Tanzania y Kenia.
Más elefantes en sur de África
La población estimada de elefantes africanos varía ampliamente entre 400.000 y 700.000.
En algunos estados del sur de África, como Botswana, hay grandes y crecientes poblaciones, mientras que en Sudáfrica se teme que la presencia de elefantes aumentó al punto de que está afectando el ecosistema en las reservas cerradas.
Pero, en el resto de la región la situación es mucho más sombría. En áreas sin control de la RDC la caza es indiscriminada.
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